Una vez estuve cerca de Parar el Mundo,
estaba andando por la calle, no paseando sino simplemente en mi camino al
trabajo, iba yo no-pensando, cuando de pronto todo me pareció distinto, los
objetos eran lo mismo pero a mi se me antojó evidente el cambio, la materia
parecía completamente diferente, todo parecía imaginario y voluble, todo
parecía obra y creación mía, de mi imaginación, daba la sensación de que todo
iba a desaparecer en cuanto yo girase la esquina y perdiese la visión de esa
calle, de que si yo decidía que en ese momento todo cambiase de forma también sería
posible. Pero en ese momento mi cuerpo no decidió cambiar ninguna forma, tomó
sin embargo otra decisión que me permití después no argumentar y simplemente
llevar a cabo.
Fue una situación banal y sin mucha
importancia, aunque es posible que el resultado de esa decisión fuese más
significativo de lo que pudiera parecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario